En familias en que uno de sus miembros presenta síntomas en el área del control, el terapeuta supone la existencia de problemas en uno o varios entre determinados campos: la organización jerárquica de la familia, la puesta en práctica de las funciones ejecutivas dentro del sub.
sistema parental y la proximidad entre miembros de la familia.
El tipo de problemas de control varía según el estadio de desarrollo de los miembros de la familia. En familias con hijos pequeños, uno de los problemas más comunes que se presentan en una clínica pediátrica es el niño en edad preescolar a quien sus padres definen como un «monstruo» que no quiere admitir regla alguna. Cuando un tirano de veinticinco kilos aterroriza a una familia entera, se debe suponer que tiene un cómplice. Para que un tirano que no se eleva un metro del suelo sea más alto que el resto de los miembros de la familia, es preciso que esté subido sobre los hombros de uno de los adultos. En todos los casos, el terapeuta puede suponer con certeza que los cónyuges se descalifican uno al otro, lo que confiere al tirano triangulado una posición de poder que es aterrorizante para el y para la familia.
En esta situación la meta terapéutica consiste en reorganizar la familia de modo que los padres cooperen entre sí y el niño sea rebajado hasta su lugar. La elaboración de una jerarquía clara en que los progenitores tengan el control del subsistema ejecutivo requiere de un aporte terapéutico que influya sobre el holón parental en su totalidad
En familias con adolescentes, es posible que los problemas de con-fro! se liguen con la incapacidad de los progenitores para pasar del estadio de padres solícitos de niños pequeños al de padres respetuosos de adolescentes. En esta situación, los programas útiles para la familia antes, cuando los niños eran pequeños, estorban el desarrollo de la configuración nueva. Es posible qué los niños se adapten bien a los cambios que les impone su desarrollo, al tiempo que los padres no han
OPINIÓN PERSONAL
- En el caso de familias con hijos pequeños, se menciona la importancia de establecer una jerarquía clara entre los padres para que el niño pueda ocupar su lugar adecuado en la familia.
En cuanto a familias con adolescentes, se destaca el desafío de los padres para adaptarse al cambio de tener hijos pequeños a tener adolescentes, lo cual requiere una transición en los roles y en la forma en que se relacionan con sus hijos. Es importante que los padres puedan reconocer y respetar la autonomía y las necesidades de sus hijos adolescentes, manteniendo al mismo tiempo una guía y apoyo adecuados.
la comunicación, la cooperación y el establecimiento de límites claros son fundamentales en la dinámica familiar, sin importar la etapa de desarrollo en la que se encuentren los hijos. Asimismo, es relevante que los padres estén dispuestos a adaptarse a las necesidades cambiantes de sus hijos a lo largo de su crecimiento
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